22 de mayo de 2010

11 homicidios por semana

Las estadísticas rojas de Ciudad Guayana durante los primeros 141 días del 2010 no ofrecen un panorama nada alentador para los habitantes de la ciudad industrial.
Y es que en este breve período de tiempo las autoridades policiales han atendido 220 casos de homicidios, lo que -estadísticamente hablando- equivale a un asesinato cada 15 horas u 11 hechos de sangre a la semana.
Es de resaltar que la mayoría de estos crímenes tienen como escenario a San Félix. Muestra de esto es que en cuatro meses y 21 días, este eje de Ciudad Guayana ha reportado 161 asesinatos; mientras que los 59 restantes ocurrieron en Puerto Ordaz.
Para explicar mejor las cifras a las que se enfrentan día a día los ciudadanos del municipio Caroní hay que señalar que en enero ocurrieron 70 homicidios, febrero cerró con 51, marzo con 40, abril con 39 y en 21 días de mayo ya van 20 asesinatos. Entre las víctimas resaltan 8 mujeres, 18 adolescentes, un efectivo de la Guardia Nacional Bolivariana y un sacerdote.
De esta cantidad de homicidios, apenas un 90% ha sido esclarecido por los efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc); el resto sigue siendo un "cangrejo" para la justicia venezolana y los homicidas siguen disfrutando de los altos índices de impunidad que imperan en la región.

Origen del problema
Respecto a este grave problema que vive la sociedad guayanesa, el coronel Julio César Fuentes Manzulli, comandante general de la Policía del estado Bolívar (PEB), explicó que los problemas sociales de una ciudad van a la par con el crecimiento y desarrollo de la misma.
“A mayor población, son más los delitos, además que Ciudad Guayana se caracteriza por un alto poder adquisitivo, hecho que hace que sus habitantes sean un blanco para los delincuentes, cosa que se evidencia con el índices de robo y hurtos de vehículos, así como de homicidios”, señaló el funcionario.
Agregó además que a pesar del desarrollo positivo de la ciudad -entiéndase positivo como comercio, construcción, venta de propiedades y poder adquisitivo- está el desarrollo negativo, lo que implica el crecimiento de barriadas; hecho que trae consigo la proliferación de la delincuencia.
Respecto al último aspecto mencionado, Fuentes Manzulli también mencionó que las disputas por las “plazas” para vender drogas y las rencillas entre bandas, inciden significativamente en el creciente número de homicidios y en la impunidad.

Otra teoría
Por otra parte, la profesora y criminóloga Marina Rangel explica que los orígenes de los índices delictivos en Ciudad Guayana, vienen dados por varios factores que se han desarrollado a la par con el crecimiento del municipio.
Agrega la Teoría Sociológica del Delito, expone mejor el porqué de la situación. “El ambiente o entorno hace que un individuo sea más propenso o no a cometer hechos punibles. El entorno afecta, así como las conductas que se aprenden e imitan allí, es decir, la cultura. Por lo que al existir un alto nivel de descomposición social, ya sabemos qué es lo que saldrá de las relaciones interpersonales entre individuos acostumbrados a delinquir”, indica Rangel.
Esta criminóloga resalta que el Estado debe tener políticas en materia penal, para determinar planes de prevención del delito y así reducirlo a niveles aceptables, "ya que el delito nunca va a dejar de existir”. El problema radica -según Rangel- en que estas políticas que debería desarrollar el Poder Ejecutivo, no se aplican. “Éste es un Estado represor, más que preventivo”, acota.
Esto sólo indica que de no tomarse las medidas pertinentes para combatir efectivamente la criminalidad en Ciudad Guayana, el problema seguirá lejano a resolverse y los habitantes de la urbe serán quienes paguen las consecuencias.

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